sábado, 7 de febrero de 2015

Empiezo la saga Metroid.

Pese a considerarme un nintendero de toda la vida, lo cierto es que apenas he tocado algunas de sus franquicias más famosas. Eso es algo que me he propuesto corregir este año, con el reto Zelda 2015 (del que hablaré en otra entrada) y cierta sorpresa que me dio mi Wii U el otro día.

Estaba yo tranquilamente en mi habitación cuando el tableto-mando de la última sobremesa de Nintendo se encendió él solo. Superado el shock inicial que me produjo, investigué la causa del incidente y descubrí algo de lo que el mismísimo Adam Smith se enorgullecería: mi consola se había encendido sola para mostrarme las últimas rebajas de la e-shop, y no unas rebajas cualquiera, no. Metroid Prime Trilogy a diez euros. 


«Sé que estás ahí, no podrás esconder tu cartera de mí».

Para los que no sepan lo que esto supone, la trilogía Metroid Prime es una de las obras más aclamadas de la gran N y por lo que tengo entendido, lo mejorcito de la franquicia Metroid. Salieron para GameCube hace años y se recopilaron las tres juntas en esta edición especial para Wii, que a día de hoy se encontraba completamente descatalogada y únicamente accesible a través de la compra a particulares. Yo llevaba ya un tiempo contactando con estos particulares, pero de un producto descatalogado como éste sólo puedes esperarte los precios más abusivos por parte de sus dueños. En cualquier caso, se les ha acabado el chollo tras esta jugada de Nintendo.

Yo ya sabía esto porque había visto el Nintendo Direct de principios de enero, pero me pilló por sorpresa igualmente. Sobra decir que me abalancé sobre el botón de comprar como si mi vida dependiera de ello.

Pero todavía no podía jugarlos, pues me propuse jugar la franquicia Metroid en orden cronológico de acuerdo a la timeline oficial, y ayer, con los exámenes ya terminados, me puse a ello. En 4 horas he superado el Metroid Zero Mission, remake de 2004 del Metroid original de 1986. He optado por el remake porque esa diferencia de casi veinte años supone un cambio drástico a nivel jugable. Y por supuesto la historia es la misma, así que no tenía buenos motivos para jugar al original.

¿Qué decir de mi primera toma de contacto con la cazarrecompensas de Nintendo? Me lo he pasado genial. El remake convierte el poco atractivo a nivel visual (e imagino que jugable) Metroid original en un juegazo que he disfrutado como cualquier título de hoy en día, señal inequívoca de lo bien que ha envejecido.


Encuentra las diferencias.

El diseño de niveles es magnífico: mapas que apenas puedes completar la primera vez y tienes que revisitar más tarde con las nuevas mejoras del traje para encontrar mil cosas anteriormente inaccesibles, enemigos que te hacen la vida imposible hasta que encuentras un arma con la que puedes vengarte, cambiando las mecánicas por completo (hola, piratas espaciales), etc. Eso sí, a veces resulta un poco lioso saber por dónde seguir, pues el camino puede estar escondido bajo una baldosa y prácticamente tienes que adivinarlo.

Cabe destacar que Metroid sea probablemente la franquicia de Nintendo con una ambientación más «seria». No hay champiñones con ojos ni risueños fontaneros dando saltos. La saga de Samus Aran posee una atmósfera de ciencia-ficción bastante oscura. Tan sólo fijaos en el diseño de Ridley y comparadlo con el de Bowser. Esta atmósfera se nota también en la banda sonora, completamente distinta a las alegres melodías a las que la gran N nos tiene acostumbrados.

En definitiva, mi punto de partida en la saga ha sido muy positivo, y estoy deseando experimentar el salto del plataformas al first person shooter que se produjo en la saga con su llegada a GameCube. 


Sea lo que sea que Samus tenga reservado para mí, estoy preparado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario